INTESTINOS |
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27/10/2018 |
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La investigadora rusa Irina Matveikova recomienda, con profunda insistencia, leer bien todo el alfabeto del intestino. Afirma que tenemos dos cerebros, el clásico de la cabeza de siempre y el del estómago. El bienestar residirÃa en este último. Las serotoninas tienen la llave del sà o el no sentirse a gusto y realizado. Quince minutos al dÃa para evacuar creativamente son necesarios.
Un estreñimiento crónico produce, al parecer, delirios intestinales. Nuestro equilibrio, en definitiva, depende de las heces. Por lo que no era de extrañar entonces que, en pleno fragor de la siniestra guerra frÃa, los espÃas occidentales estuvieran harto interesados en recolectar muestras secretas de las deposiciones de la jerarquÃa soviética. Leyendo el porvenir de los planes quinquenales, en la mierda de la geriátrica nomenklatura, averiguaban con exactitud muy aproximada cuándo y cómo llevar a cabo las tácticas de desestabilización del enemigo. Asà qe no nos subamos a la parra triunfal de la vanidad. La mierda tiene su papel fundamental a l largo de la Historia. La civilización es cosa básicamente del desprestigiado esfÃnter.
Los poderosos también cagan, como cualquier humilde siervo de la gleba. De sus deposiciones se pueden averiguar sus estrategias. Del maloliente subproducto se derivan las páginas gloriosas o viles,no lo podemos negar, según dice la ciencia Somos bacterias. A las batallas más cruentas o los descubrinienLa investigadora rusa Irina Matveikova recomienda, con profunda insistencia, leer bien todo el alfabeto del intestino. Afirma que tenemos dos cerebros, el clásico de la cabeza de siempre y el del estómago. El bienestar residirÃa en este último. Las serotoninas tienen la llave del sà o el no sentirse a gusto y realizado. Quince minutos al dÃa para evacuar creativamente son necesarios. Un estreñimiento crónico produce, al parecer, delirios intestinales.
Nuestro equilibri o exsitencial, en definitiva, depende de las heces. Por lo que no era de extrañar entonces que, en pleno fragor de la siniestra guerra frÃa, los espÃas occidentales estuvieran harto interesados en recolectar muestras secretas de las deposiciones de la jerarquÃa soviética. Leyendo el porvenir de los planes quinquenales, en la mierda de la geriátrica nomenklatura, averiguaban con exactitud muy aproximada cuándo y cómo llevar a cabo las tácticas de desestabilización del enemigo. Asà qe no nos subamos a la parra triunfal de la vanidad. La mierda tiene su papel fundamental a l largo de la Historia. La civilización es cosa básicamente del desprestigiado esfÃnter. Los poderosos también cagan, como cualquier humilde siervo de la gleba. De sus deposiciones se pueden averiguar sus estrategias. Del maloliente subproducto se derivan las páginas gloriosas o viles ,no lo podemos negar, según la ciencia Somos bacterias. A las batallas más cruentas o los descubrinientos más sublimes o los guerras bacteriológicas más nefastas son nuestra misma existencia. Somos mierda. Somos la quinta esencia de lo fétido. tos más sublimes o los guerras bacteriológicas más nefastas son nuestra misma existencia. Somos mierda. Somos una quintaesencia excremental. |
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