Aguaceros a ciegas
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15/01/2018
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Cuando es causa de muerte, la desidia deja de ser broma anecdótica para convertirse en tragedia. Estos días atraś el invierno le dio dio un zarpazo de los suyos en la península ibérica. Agua diluvial, nieve, viento...accidentes de tráfico: con resultados tetrapléjicos y numerosos muertos al volante .
Muchos esos dramas son producto de la idiotez humana.; desafíos a la ley de probabiilidades y a los otros factores de la lógica. El cerebro envasado al vacío suele tener consecuencias funestas. n la carreteras ves cómo la gente realiza extrañas maniobras o imprime velocidades imprudentes... A pesar de una meteorología adversa, se juegan la vida por llegar más deprisa al tanatorio o al hospital de urgencias más cercano.
Los coches se fabrican más potentes, y muchas veces el asfalto no está al nivel de seguridad requerido. Luego de los accidentes todo son estadisticas y lamentaciones.
Porque basta una lluvia de invierno, para poner en evidencia a las autoridades nacionales o regionales, las pinturas horizontales que señalan las rutas están semiborradas, No se distingue apenas la pintura y es preciso conducir por pura intuición, en autovías cuyas velocidades legales son de 120 Kms hora. Sin embargo, nadie pinta y resalta el blanco de las señales en las autovías españolas. Así las cosas. los accidentes y los muerrtos son considerados, más talgo normal.
Basta con una maniobra de adelantamiento vehículo precedente o una diistracción momentánea, para que tu coche sea finalmente tu mortaja. Las rayas blancas no se ven.,Los conductores van en tensión.
Se lanzan campañas pùblícitarias desde la Dirección General de Tráfico.
Pero a nadie se le ocurre pintarlas las rayas de vez en cuando. Por seguridad..
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