La carta de Fernández |
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04/05/2017 |
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Fernández no era ni es la persona más indicada para sermonear a Pablo Iglesias, a propósito de la moción de censura contra la corrupción instalada en el país de manera adhesiva y permanente. La dura carta de respuesta al requerimiento de apoyo , por parte del líder de Podemos, lo dice claramente: “es inútil, no te enteras de que la ciénaga es nuestro elemento”,viene a decir el presidente de la Comisión Gestora del PSOE. un partido en proceso de demolición incontrolada.
Lo que no se puede negar es la coherencia y la contumacia en el pringue nacional por parte de los mal llamados “socialistas obreros”(esto no saben ya lo que es), a la hora de poner el aparato en marcha para espantar cualquier atisbo de salida del marasmo corrupto y sin remedio aparente. Es como cuando el lama Felipe Gonzaĺez(con perdón) le espetaba a Julio Anguita aquello de que "estaba en otra galaxia". Como se ha podido comprobar, en efecto, en aquel entonces FP estaba y utilizando cal viva como blanqueador de huesos y orbitaba en el universo financiero Slim, lejano años luz de los “klingon” pobretones de la historia.
Quizá no tendría que haber escrito el asturiano Fernández esa fea carta repleta de faltas de ortografía y mala baba gratuita. Podía haberse callado y así estar más guapo y menos bocazas. Sobre todo si nos atenemos a su trayectoria política en el Principado de Asturias.
Pero la sultana vine pidiendo guerra contra Sánchez por todos los medios habidos y po haber. Y Javier Fernández obedece al estímulo; no en vano siempre aparece en las fotos adosado y haciendo risas y muecas con la candidata Susana Díaz. En el norte soso siempre nos fascina el gracejo sureño, por más folklórico que pueda ser como un traje de faralaes. La sultana es la jefa aspirante y había que lanzar la carda de profundidad contra los izquierdosos que están tocando los huevos y poniendo en solfa los planes trazados por la organización. Iglesias y Sánchez, tanto monta no saben por donde van los tiros de la realidad. Con sus "apariencias" están estorbando la vuelta al redil de los militantes descarriados del PSOE.
Pero es que Fernández no era el más indicado para la diatriba de leche agriada. Fernández le debe su trayectoria política a otro Fernández (Villa) el “carismático” lider del sindicato minero Soma-UGT. Un "revolucionario" que durante décadas quitó y puso gobernantes autonómicos con solo levantar una ceja o pegar un grito. Hasta que se descubrió el pastel de las subvenciones al carbón. Fernandez Villa levantó más de millón y medio de euros de dinero público y los depositó tranquilamente a su nombre en una cuenta en Suiza.
No solo iban a acudir a la banca Suiza los de derechas. También conocen el camino los viejos “revolucionarios” del subterráneo carbón subvencionado. Javier Fernández fue cómplice necesario de este desfalco de dinero público y nada hizo por evitarlo o denunciarlo. Ahora, sin embargo, da lecciones de saber estar en la estrategia política nacional.
Fenandez es un trepa en grado superlativo y con la carta a Iglesias se habrá ganado el aplauso de sus conmilitones del "Susanato". A este tipo le llaman en Mieres, su pueblo natal,”jamándulo”(vividor). Lo dice el maestro articulista con ácida coña Gregorio Moran, también asturiano, en una de sus crónica de actualidad mefítica que nos rodea.
Quizá, dados sus méritos políticos y culturales, Fernández debió quedarse en su Asturias, donde vale más ser cabeza de ratón que cola de león. Fatigando “chigres” con culines de sidra bien escanciada y persiguiendo por el verde mozas de buen ver. Pero se dejó tentar por la escalada del baile por sevillanas. Es su oportunidad. Ascender de lo provinciano y ser alguien de nivel nacioanal. Y así está Fernández, escribiendo cartas justificantes de absoluta lenidad de su partido. Perpetuando la España del fandango y el luto por la honradez.
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