El papa y las pupas |
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24/12/2013 |
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No sé hasta qué punto los gobiernos de la cristiandad y las élites financieras se toman en serio los exhortos del papa. Dada la apocalíptica realidad del capitalismo, está claro que se han borrado hace tiempo del mapa de la moral predicada por Cristo. Lo ha dicho Francisco, que, como todo el mundo sabe, posee el don de la infalibilidad.
En el caso de España, el anatema del Papa incluye a la totalidad del gobierno, incluidos los miembros ultracatólicos del Opus Dei. Efectivamente, la política de destrucción sistemática de los derechos sociales, mediante los consabidos recortes, es cualquier cosa menos evangélica. Es más bien la antítesis del sermón de la Montaña.
Y como en las cuestiones religiosas no caben las medias tintas, quien no está con Cristo está con el Anticristo. Aquí todo se multiplica por 666.
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He aquí la crónica de las palabras de Francisco:
El papa Francisco afirmó que el cristiano que se pavonea, que no sirve a los demás, sobre todo a quienes más lo necesitan en las fiestas navideñas, en realidad no es cristiano, sino que es un pagano.
En la última audiencia general del año, en la plaza de San Pedro del Vaticano, el pontífice señaló que la Navidad es una fiesta de confianza y esperanza, en la que hay que “reconocer en la cara de nuestro prójimo, sobre todo, en los más débiles y marginados, la imagen del Hijo de Dios hecho hombre”. “En Navidad, Dios se manifiesta no como alguien que está en lo alto y domina el universo, sino que se agacha, baja a la Tierra, humilde y pobre. Para ser iguales que Él no tenemos que ponernos por encima de los demás, sino agacharnos, ponernos al servicio, hacernos pequeños con los pequeños y pobres con los pobres”, dijo Francisco.
“Es una cosa fea cuando se ve a un cristiano que no quiere agacharse, que no quiere servir. Un cristiano que se pavonea es feo. Ese no es cristiano”. |
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