Las Solitarias
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13/06/2013
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La Solitaria tiene un equívoco nombre de aire melancólico y soñador, pero es una lombriz. Impasible el ademán, este previsible parásito se aloja en el intestino y devora el alimento y la energía de todo cuerpo físico invadido por ella. La Solitaria es una especie de bárcena letal consentida que, sin prisas pero sin pausa, crece en las entrañas del organismo que la padece.

Pongamos España.

Una vez aposentada en la peristáltica ciénaga de las heces, esta perfecta metáfora de la neodictadura aúlica y ultraliberal se dedica a debilitar a su anfitrión. Succiona toda sustancia sin discriminación ni medida. Y no sirve de nada arrancarle sus anillos de poder, porque se vuelven a reproducir como el rabo de una lagartija. Según la ciencia médica, administrar purga lavativa, extraer y destruir la cabeza de la tenia es el único modo de conseguir neutralizarla.
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