Paralelismos indeseables
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06/04/2013
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He pasado una mañana en el museo Guggenheim de Bilbao y he visto la exposición “L'art en Guerre”. Subtitulada: “De Picasso a Dubuffet” (Francia 1938-47). Si sois portadores de un espíritu abierto y si se da la ocasión, a no dudar en visitarla. Vale la pena. Se trata de la plasmación de la perspectiva de los artistas que vivieron en un momento crucial de gran convulsión en Europa. Era la Segunda Guerra Mundial. Una catástrofe de destrucción y sufrimiento originada por el hombre y la economía.

Los nazis han invadido París y es la hecatombe. La persecución del “arte degenerado” comienza. Algunos pintores huyeron fuera de Francia, otros fueron apresados, martirizados y muertos a manos de los verdugos de la barbarie fascista. En el interior de sus campos de concentración iban siendo asesinados artistas como Max Ernst y tantos otros que no habían podido salir de Francia.

El arte de Picasso, Dubuffet, Paul Klee, Vasily Kandinsky, los surrealistas y su cosmogonía,.. Matisse, Brancusi...un largo etcétera de obras de arte categórico, está ahí plasmado... frente a Adolf Hitler. Este quiso ser pintor de cuadros, pero al final fue el hacedor principal de una realidad de pesadilla que creó escuela, más o menos cruda, más o menos matizada.

Tengo la convicción de que el ser humano es incapaz de aprender de sus errores y mucho menos aún de sus horrores. Antes que la segunda guerra mundial estaba establecida la República de Weimar, en Alemania. Llovía una crisis económica funesta. Victimismo. Desmoralización. Déficit público... ¿Paralelismos con el ahora de la UE y el euro? En aquel entonces las clases menos favorecidas votaron a Hitler. Como siempre, la llegada al poder del fascismo traía cantando su folklore patriótico y pretendía una limpieza pública. Efectivamente, lo limpiaron todo a sangre, fuego y gas.

Ahora vivimos otro delicado momento de la Humanidad. Es el colapso de un sistema que se resiste a ser finiquitado y a transformarse en profundidad hacia mayores cotas de justicia y libertad. Los ricos son todavía más ricos y los pobres son aún más pobres. Y sus consiguientes derivaciones: por ejemplo, un payaso en Corea haciendo fintas provocativas con la bomba del apocalipsis. Y las religiones, como nunca, atizando intrigas y pescando en río revuelto.

Y la publicidad goebbelsiana, por encima de todo y de todos, porque lo es todo, como siempre.

Francia 1938-47: El Arte en Guerra: “De Picasso a Dubuffet”...
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