Los Cruces de la salud |
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14/05/2012 |
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Acabo de salir del hospital de Cruces (Barakaldo-Bilbao) donde fui a reparar averías. Dique seco, calafateado y pruebas exploratorias, para posteriormente emprender la navegación de la normalidad acuciante...
Desde mi estancia he podido comprobar el panorama del deterioro logístico, instrumental y del factor humano en la sanidad. He visto, oído y comprobado cómo repercuten en un hospital puntero las amputaciones presupuestarias de un gobierno de políticos serviles al amo del Dinero ruín y mezquino. Los desalmados partidarios del deterioro, Para luego barajar demagogias de eficacia mentirosa y así privatizar y convertir la salud en dígitos bancarios.
Lo de siempre, pero que no por sabido hace menos daño.
La progresiva descoordinación sanitaria, la inseguridad laboral perniciosa cuando se necesitan los cinco sentidos para afrontar problemas de salud acuciantes y concretos. El racaneo administrativo, la evidente desmoralización de aquellos que aún creen en lo que hacen, hipocráticamente hablando...
El ahorro desde de una simple sonrisa de ánimo o cualquier otra facilidad, al control enfebrecido de fármacos y ambulancias....Desmotivar, erosionar, zancadillear, entorpecer, agredir, y todos los demás verbos exasperantes que se quieran añadir en negativo, es un auténtico atentado a la población. El enfermo está inerme. Sólo sabe que lo suyo duele. Pero ahora, además, lo quieren transformar en una factura.
http://www.cruces.net/ffhe/consejodesalud.png
La enfermedad, cuando llega a tu puerta, exige protagonismo absoluto, apenas hay cabida para más.
Ciertamente, a un hospital no se acude por placer, ni siquiera en calidad de visitante. A ese sitio no vas: normalmente te llevan. El material con el que se trabaja, en esos edificios paralelos a la vida corriente, los que hacemos como que no existen mientras no los necesitamos, es todo el espectro de colores del dolor. En los pasillos, en los quirófanos, en las habitaciones, en las camas, en las salas de espera, hay gente suspendida en el tiempo y en el espacio del sufrimiento.
Si hablamos de recortes, habrá que convenir que los auténticos desechos de la maternidad están encaramados en el gobierno. “Ese gobierno que dice cosas como "El riesgo es que la gente viva más de lo esperado“. Consideran que la mayor amenaza para el ssitema de salud ¡es el aumento de la vida humana! Y no les ha dado un ataque cerebral.
El escarnio de los recortes en el sistema público de salud es aún peor cuando te informas de que esos impresentables sujetos, en su habitual orgía de despilfarro y choriceo, anteponen a la salud las ayudas a la tauromaquia turística, Por ejem
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