Rajoy o el bluff de la partitocracia |
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10/04/2012 |
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A partir de ahora, a fray Rajoy Mariano habrá que llamarle el desaparecido. Huye de los medios de comunicación como de la quema de las fragas en Galicia. A ver si va a resultar que está acudiendo a la consulta de algún psiquiatra extranjero o a que le eche las cartas del futuro una pitonisa. El presente, por lo pronto, se ve atormentado. Se anuncian en un periódico alemán nuevos quebrantos gubernamentales contra la Sanidad Pública y la Enseñanza. A Rajoy le quedan ya pocas balas en la canana. Este hombre es un bluff, producto de una sociedad enferma de partitocracia. La sumision al mando es tan patente en los partidos políticos que nadie osa contradecir al líder y exponer su parecer. Se considera traicion y el militante crítico al final termina expedientado y expulsado ignominiosamente. Para hacer carrera en la política hay que ser buen lamedor de vanidades y cantar aleluyas a las ocurrencias de los que mandan. Ese no es el mejor compost para que broten y medren las ideas y las soluciones a los problemas.
Nombrar Rajoy es ya sinónimo de hecatombe. Este buen hombre se creyó que por entrar como un elefante en una tienda de porcelanas, pasaría a la historia como el solucionador de la crisis. Es tan original que está haciendo todo lo que negó que haría y lo que afirmó que no haría cuando fuera presidente. No acabará la legislatura: tanto él como sus ministros están zombies y no saben más que recortar sin poner nada a cambio. En este río revuelto a los únicos que les va bien es a los banqueros.
A la Ciencia,por el contrario, le va mal. Los recortes a la investigación la han dejado para el arrastre. Los investigadores mejor preparados se dirigen a otros países, con la maleta de la emigración en ristre. "¡Que inventen ellos!"...Con ello, lo que así queda marianamente claro, es la vuelta involutiva al bendito Ruedo Ibérico. Nada de ciencias, enseñanzas cívicas u otros laicismos perturbadores del costumbrismo de siempre, puesto al dia.
Mientras Rajoy se envuelve en dignidades ofendidas, huyendo de un pacto político global contra la crisis, se constata con cifras de la UE, que España lleva gastado el 8,4% de su PIB (aproximadamente 100.000 millones de euros) en ayudas al sector financiero.
España está en la cuerda floja de las concesiones sin contrapartidas. Los especuladores financieros internacionales están encantados con esta deriva. A pesar de las medidasde Rajoy, la deuda externa de este país creció 1.78 millones en el año 2.011. El barco hace agua y lo único que hace bien su tripulación es situarse para mejor forrarse.
El ministro Wert de Educación ha puesto el dedo en la llaga de las intenciones estratégicas del PP. Quita becas y aumenta la subvención a la tauromaquia "porque el toreo es un bien cultural". Somos y seremos el paraiso residencial de los jubilados guiris centroeuropeos. Olé, toro.
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