A toda sangre
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19/03/2012
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“Si vis pacem, para bellum”. Si pretendes la paz, prepara la guerra. Este aparente contrasentido sigue siendo el lema favorito de nuestro alto grado de civilización y, naturalmentte, el de los comerciantes de armas.

Llegados hasta este punto, ya no se necesitan adornos dialécticos. Sobra la retórica. En la respuesta al mónstruo es preciso ser breve, sintético, siempre que se pueda hacerlo sin pecar de apologistas o maniqueos. Lo que quiere decir, según uno de los axiomas del repelente Perogrullo, que la Economía depende esencialmente de la propagación o preparación de guerras, sean locales (Afganistán, Libia, Iraq, Irán...) o mundiales (Primera y Segunda) o civiles (España...) Y eso es tan así como que los bomberos son una consecuencia directa de los incendios, del derrumbe de un inmueble o el simple olvido de las llaves de la cerradura y de un perro dentro de casa; despues de haber cerrado todas las puertas y ventanas a cal y canto.

Puede que no haya dinero para pagar farmacia, pero los presupuestos militares nunca sufren merma. Las armas son muy caras, lo que no impide que, en estos dramáticos momentos de la economía global, donde estamos inmersos hasta el cuello en un crack financiero, el comercio oficial de armas ha aumentado significativamente en todo el mundo. Nada menos que un 24%. Los principales compradores de todo tipo de máquinas de matar son la India espiritual, los medievalistas jeques petroleros de Arabia Saudita y otros paises emergentes del Tercer Mundo. Los vendedores habituales son EEUU, Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia...

El juego se llama geopolítica y geoestrategia.

Ese paintball siniestro consiste en que paises como la India se percaten lo suficiente del peligro que supone para el yoga el compartir fronteras con la China Popular. En consecuencia, hay que protegerse y anticiparse. Por su parte, la cuna filosófica de Grecia es objeto de complicados rescates de la ruina, dentro de la Unión Europea. Pero esa aparente generosidad tiene como arco del triunfo neoliberal el que los griegos adquieran gran cantidad de armamento. Así lo denunció en el Parlamento europeo, el diputado Verde alemán Daniel Cohn-Bendit. Las sonrisas y otros gestos sardónicos de otros ocupantes de escaños acompañaron a Cohn-Bendit cuando acusó de cinismo a las instituciones de la UE.

Tenemos también el hecho comprobado de que el fusil Kalashnikov AK-47 es uno de los más celebrados y significativos iconos de nuestra era.

Resulta difícil sustraerse a comprar cuando se tiene dinero para pagar las facturas; y más aún cuando intervienen intermediarios de lujo. Por ejemplo, parece quel rey Borbón de España hace de mediador entre los fabricantes del carro de combate alemán Leopard y sus amigos jeques sauditas.

Ejemplar y edificante. Definitivo.





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