ZOZOBRA
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28/09/2007
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En los EEUU a los ciudadanos disconformes les está permitido por ley quemar la bandera nacional. Aquí desde el año 39 somos más dados a lo intocable. Ajena a lo terrenal de la crítica, vía Carta Magna, la actual monarquía española más que institución parece un sacramento. Nadie puede osar su profanación sin ser reo de herejía. ¿Teocracia?¿Monarcracia?¿Democracia?
Nos agarramos como lapas a ese mástil por miedo a que el entramado previsto se deshilache al entrarle un aire de cualquier contrariedad. Miedo a nosotros mismos, al retorno de los idus republicanos y al fantasma borbónico del XIII. El atado y bien atado no era después de todo más que un hilván.
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