Indignaciones
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20/06/2011
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Miles de ciudadanos libremente convocados y sin siglas predeterminadas decidieron sumarse a la gran manifestación del Movimiento 15M, que transcurrió por decenas de ciudades de todo el país. Todo transcurrió pacíficamente. Sin problemas en el día 19 de Junio, algunas horas antes del solsticio de verano. Fiesta, cantos coreados, lemas...

Días atrás todo había sido muy distinto, para mal, en Barcelona:

Policías infiltrados con pinganillo en la oreja y policías enarbolando porras extensibles ilegales para cargar violencias contra lo que sea. Siempre a las órdenes de Su Señoría. La escena de violencia reflejada en los videos se produce en la calle. Con estos escolásticos modos la policía pretende conseguir la cuadratura del círculo a porrazos. Se trata de disolver la tumultuosa marea de la indignación, que desborda estos días el dique del miedo a habitual de cuatro décadas y pico.
Por su parte, la distante clase política hace gala de una ridícula indiferencia, y se escuda tras las porras de su guardia pretoriana. En el Parlament catalán, cuyo comandante es Mad Mas, respondieron con golpes a los ciudadanos que pretendían evitar otro recorte del 10% en los ya depauperados gastos sociales. La pela es la pela y, cuando las cuentas neoliberales no cuadran, no le vamos a quitar la bolsa a los banqueros subvencionados. Sólo faltaría eso.

No te miro, luego no eres ni estás; es el juego que se traen los políticos con el fenómeno de los civiles indignados. No vamos a rivalizar en protagonismo con quienes no han pasado por las urnas. Para romper ese despectivo hielo, el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, se ve obligado a hacer una interpelación oficial, para que el parlamento y el gobierno den acta de existencia a Democracia real YA.

Mientras tanto, en el Principado de Asturias, la primera medida que han tomado con sidra los representantes electos del PP y PSOE ha sido subirse generosamente los sueldos. Al presidente Cascos le ofrecen un automóvil de lujo de setenta y dos mil euros. Con fabes y sidrina non fai falta gasolina. Ese es el viejo refrán que dicen por allí...Pero los coches oficiales se mueven con ese costoso carburante.

Los políticos y lo ejecutivos empresariales coinciden a la hora de aplicarse al incremento de sus dietas y salarios, como posesos. Los indignados cantan las cifras de un paro juvenil del 45%, un aluvión de submileuristas en precario, más de cinco millones de parados en la España que pretende alejarse de Africa...Y ser una potencia mundial en algo más filosófico que el fútbol balompié, el tenis, el ciclismo y las carreras de motos.

En tanto los demócratas profesionales rivalizan en facundia, un contingente de indignados conseguía frenar cuatro desahucios de vivienda en marcha, por no poder sus moradores pagar las hipotecas. La precariedad económica se salda con una cadena sin fin de dramas diarios que apenas caben en las estadísticas, pero que son reales como la vida misma.

No lejos de Asturias, en su Santander particular, un Botín acorralado echaba pelotas de golf afuera, Ante el acoso oral y razonable de algunos representantes de accionistas en la Junta Ordinaria del Banco, el principal de España (ver informaciones aquí, al lado), Emilio no ofrecía respuestas. Le pedían al presidente Botín nada menos que explicaciones; y le censuraban que, buena parte de los beneficios contables de esa entidad, procedan de jugosas inversiones en el macabro lobby de fabricación, envasado y venta de armas.
El Banco financia artefactos mortales de todo tipo, desde bombas de racimo a misiles de largo alcance con carga nuclear. Botín no dijo nada, acogiéndose a las teorías de Perogrullo. Algunos despistados no acaban de asimilar que la esencia de la banca es ser competitiva y conseguir más dinero. Al precio que sea y pactando indulgencias hasta con el inquilino del Vaticano.

Al fin y al cabo, a Franco le exponían los obispos nacionales por las calles bajo palio. Los tiempos han cambiado. Ahora no se pretende tanto. Sólo hacer la vista gorda en este comercio del luto.

Ya en otra ocasiones, Emilio Botín Sanz de Sautuola y de los Ríos, se ha salvado por la campana de una severa aunque teórica condena judicial. Como fue el caso del masivo blanqueo de dinero negro a través de las llamadas cesiones de crédito. De esta condena le libró el propio fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido. Buen nombre para ser un fiscal...

Pero lo que realmente importa es la católica familia unida. Pero la Familia Botín está en un brete. Como los declaraciones a Hacienda de todos sus miembros les han dado fiscalmente negativas (tienen muchos gastos), la judicatura les está investigando los dos mil millones de euros que tienen alojados en varios paraísos fiscales. Estos son tiempos revueltos en los que la plebe desagradecida acosa a sus benefactores más eximios. Ya no se sabe distinguir un vampiro de un banquero. Y así nos va.

Un banquero no es un usurero de respeto sino un inversor filantrópico. Consigue nuestros ahorros mediante zanahorias publicitarias, nos cobra por guarda esos dineros. Luego nos lo presta mucho más caro, cuando más lo necesitamos, siempre que tengamos una garantía detrás nuestro. En caso de no poder pagar los intereses aplica el desahucio; pero el truco sublime es que, aún así, hay que seguir pagando la deuda plasmada en el documento del crédito. El firmante o sus herederos.

Una de las campañas publicitarias más espectaculares del Santander es el patrocinio de Ferrari, la suprema marca de distinción en el exquisito mundo del motor deportivo. Ferrari es la aristocracia de la velocidad. Y dentro de esa aristocracia rampante, el bólido Fórmula Uno es el rey de los juguetes. Es el prototipo tradicional del vencedor. La triunfante carrera sobre ruedas de Don Emilio al frente del Banco Santander. La metáfora de una vida dedicada a ser el mejor de los triunfadores. Botin siempre ha ambicionado ser el Ferrari de la banca.

La cultivada virtud de la humildad cristiana, es la que no quiere nada para sí y siempre se supedita a los más altos designios del Capital. En la misma Junta Ordinaria de Accionistas alguien quiso hacer un sarcasmo, identificando el auto de procesamiento de la Familia Botín con el exclusivo patrocinio de la escudería Ferrari por el Banco Santander. Don Emilio, en contra de su costumbre de bien educado, le interrumpió agriamente; y no le dejó al interfecto terminar su parlamento. El presidente estaba indignado. La impertinencia de los ignorantes es siempre horrible. No se conforman con que les ofrezcan sustanciosos y constantes beneficios, ni con la caja de bombones obsequio del banco. Además pretenden saber interioridades. El desplante de Botín fue acompañado e nutridos aplausos de otros accionistas de la claque. No obstante, siempre es desagradable ser incomprendido.
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