Add perpetuum |
 |
25/01/2011 |
. |
Nada cambia; el siempre se nos aparece constantemente, y nos asedia. Lo malo es ese lúcido momento de la vida, inevitablemente amargo, donde descubres que en el fondo nada cambia. Tampoco las formas de hacer de los que hacen la realidad: No lo necesitan: No es necesario ya disimular: Lampedusa pasó de moda como ilusionista, y tampoco tiene vigencia Montesquieu. Barra libre. En los casinos siempre gana la banca. Pero, además, los tahúres pretenden la razón y la respetabilidad. Para dictar la ley y condenar la disidencia. |
. |
|
|
|