Enfermedades raras |
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03/02/2009 |
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Se conmemora el Día Mundial de las Enfermedades Raras. Rara es un eufemismo suavizante, que en realidad hay que traducir por grave o muy grave, crónica, degenerativa, inquietante, angustiosa o mortal a más o menos largo plazo.
La enfermedad se instala en el cuerpo como un alien tiránico que exige obediencia absoluta al compás del dolor. Conmemorar no es Celebrar; difícilmente alguien que no sea un masoquista profundo puede celebrar un padecimiento “raro” como cualquier tipo de cáncer, leucemia, esclerosis, Alzheimer, Parkinson... ¿Celebrar el dolor, la decrepitud de una enfermedad letal?
Me asalta una duda ¿qué es lo raro y qué lo es normal? Lo raro es no estar enfermo, porque en sí misma la enfermedad significa sufrir una anomalía. El Sistema de Salud y las corporaciones farmacéuticas funcionan a todo vapor, gracias a las múltiples patologías derivadas de este modelo de sociedad. Los hospitales están repletos y eso no es una rareza. Es lo más habitual.
Sin embargo, dice la leyenda que en la antigua China oriental (la China de ahora se ha mudado a la filosofía occidental), los médicos conseguían sus emolumentos cuando la comunidad a su cargo gozaba de buena salud, lo cual es un buen principio de sistema de salud preventiva. No sé si será cierto, pero debería serlo por pura profilaxis. Ello significaría un mundo más lógico y racional, con menos impurezas y consecuencias patológicas para la biología.
¿Es o no raro un infarto de miocardio? Quizá, por una cuestión de frecuencia, ha pasado a ser normal en la sociedad que respira el estrés de una aceleración que circula como un fluido ciego hacia no se sabe dónde. Pero que se mueve frenéticamente como las hormigas en un termitero, porque identifica la calma o estar quietos con la parálisis definitiva de la muerte.
¿Celebrar ser seropositivo del Sida? Los léxicos triunfalistas de los medios de comunicación son altamente contagiosos e impregnan la vida diaria más que el aceite un algodón. Como resultado aciago de esa propaganda, incluso los enfermos y sus familiares se ponen enfermos de vana esperanza, puesto que el mundo sano, habitualmente indiferente y supersticioso ante los padecimientos fuera de lo normal, les ha rescatado por unas horas de su ostracismo que algunos de ellos no celebrarán el año próximo.
Así que el mundo celebra múltiples y señalados “Días”: el de la Infancia maltratada, el del Medio Ambiente, el de la Violencia de género, el de los escarabajos en peligro de extinción... y más y muchos más, que sirven como tapadera de la inconsciente necedad de este mundo. Y de la peligrosa y rara locura de la especie humana.
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